Ki-Adi-Mundi era un representante alienígena que se sentaba en el consejo Jedi. Un ser humanoide, la más distinguida característica de Ki era el alargado cráneo cónico que contenía un cerebro binario.
Un contemplativo Cereano, Ki-Adi-Mundi era el solitario Caballero Jedi que servia al consejo, sentado junto con los más respetados Maestros Jedi.
A los cuatro años de edad, los talentos de la fuerza fueron descubiertos por una misteriosa Maestro Jedi conocida como la Mujer Oscura. La familia de Ki, dándose cuenta que la galaxia necesitaba protectores para salvar a inocentes como los cereanos que estaban bajo la amenaza de Bin-Garda-Zon, permitieron a Ki que fuese llevado a Coruscant para ser entrenado como Jedi.
Luego de entrar en el gran mundo de los Jedi, el consejo asignó a Ki-Adi-Mundi al Maestro Jedi Yoda. Décadas después, Ki-Adi-Mundi volvió a Cerea para ayudar al mundo a librarse de los Maraundin. Ki se convirtió en el vigía del sistema Cereano, observando su pacifico mundo.
A pesar de la adherencia a las filosofías Jedi, Ki fue, en su corazón, un Cereano. Siguió la costumbre Cereana del matrimonio poligámico, tomando como esposa principal a Shea, y otras cuatro esposas honoríficas. Fue padre de siete hijas y se convirtió en un fuerte líder comunitario.
En los tiempos de la batalla de Naboo, Ki se encontró en un embrollo político de progreso que querían cambiar las serenas formas Cereanas. La hija de Ki, Sylvn, se unió a los radicales, colocando su vida en peligro, fue secuestrada por el contrabandista de armas Ephant Mon. Ki siguió a Mon a Tatooine, descubriendo que estaba envuelta la Federación de Comercio, y rescató a su hija.
Luego de sus hazañas en Tatooine, Ki-Adi-Mundi fue invitado a unirse permanentemente al Consejo Jedi, llenando el espacio vacante que recientemente había dejado el deceso del Maestro Micah Giett.
Ki-Adi-Mundi Volvió a Tatooine, buscando al perdido Maestro Jedi Sharad Hett. Después de aventurarse en los mortales desiertos de arena, Ki-Adi-Mundi encontró a Hett y a su hijo A’Sharad, quién vivía con los nativos Tusken Raiders. Hett fue asesinado por la caza-jedis Aurra Sing, y Ki-Adi-Mundi tomo a A’sharad como su Padawan, continuando el entrenamiento del joven Jedi.
Cuando el Maestro Jedi Qui-Gon Jinn reporto el ataque de un Sith en los eventos que rodearon a la batalla de Naboo, Ki-Adi-Mundi expresó un notorio choque. “Imposible” el dijo, “Los Sith han estado extintos por un milenio”.
For su fracaso en detector la amenaza Sith a tiempo, los Jedi sufrieron primero la pérdida de uno de sus más grandes maestros, Qui-Gon Jinn. Ki-Adi-Mundi viajó a Naboo para presenciar el funeral de Jinn, también estuvo presente en la celebración que marcó la liberación de Naboo.
Una década después, el Maestro Jedi Ki-Adi-Mundi continúo sirviendo al Consejo. Estaba presente mientras se desarrollo la crisis más grave que tuvo que enfrentar la orden Jedi: el movimiento Separatista que amenazaba con dividir a la República. Como muchos en la orden, ki-Adi-Mundi se negó a creer que el arquitecto de este movimiento era, el antes Jedi, Conde Dooku, estuviese detrás de estas violentas acciones. Como idealista político entrenado en las filosofías Jedi, eran actos que Dooku no podía planear, razonaba Ki-Adi-Mundi.
Ki-Adi-Mundi no fue el único Jedi que se equivoco sobre los límites de Dooku. El ex Jedi supervisó la frustrada ejecución de Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker y la Senadora Padmé Amidala. La repentina llegada de la fuerza Jedi, incluído Ki-Adi-Mundi, rescató a los tras cautivos. Ki-Adi-Mundi y varios de los Consejeros Jedi batallaron con los Geonosianos y los androides separatistas. Muchos Jedi murieron ese día, aunque Ki-Adi-mundi fue uno de los sobrevivientes.
Cuando los refuerzos de la república llegaron, Ki-Adi-Mundi abordo una Nave de la república, y después guió unidades de soldados clon a la primera línea de combate. Las planicies de Geonosis se convirtieron en el primer campo de batalla de las devastadoras Guerras Clon.