La noble orden de protectores unificados por su creencia y observación de la Fuerza, los Jedi se volvieron más civilizados, en los clásicos tiempos de la historia galáctica. Su orden es ancestral, por miles de generaciones. Así la República crecía a través de los siglos, los Jedi se convirtieron en los guardianes de la paz y la justicia.
Con su base en Coruscant, los Jedi entrenaban, estudiaban y planificaban desde el impresionante Templo Jedi, un edificio con torres que se elevaba sobre las estructuras que los rodeaban en la ciudad-planeta. Eran gobernados por un Alto Consejo de 12 Jedi –La mayoría de ellos Maestros Jedi—que contemplaban la más intima naturaleza de la Fuerza.
Para convertirse en un Jedi se requería del más profundo compromiso y la mente más seria. No era una aventura para tomarla a la ligera. Así, la instrucción Jedi era rígidamente estructurada y codificada para asegurar la disciplina y obstaculizar la trasgresión. Sólo 20 Jedi eventualmente renunciaron voluntariamente a sus compromisos. Es el más grande de los pesares que la orden reconoce a los llamados “veinte perdidos”. Un Jedi que fallaba en su entrenamiento podía ser una muy seria amenaza. El lado oscuro de la Fuerza hace señas a los impacientes, y estudiantes en el pasado han sido engañados por su llamado con devastadores consecuencias.
Los candidatos son detectados, identificados y tomados por la orden como infantes. Uno de los métodos de detección es a través de una muestra de sangre –Esos con gran potencial en la Fuerza generalmente tienen una alta concentración de midi-clorianos en su sangre. Los prospectos Jedi comienzan su entrenamiento en la infancia. Toda conexión con su previa vida familiar se pierde. En estas tempranas etapas de entrenamiento, un solo maestro Jedi instruye a grupos, o clanes, de aspirantes Jedi.
Al crecer los Jedi, aproximadamente a los 13 años como máximos son tomados por un maestro o caballero Jedi para la siguiente fase en su entrenamiento. De acuerdo al Código Jedi, un Maestro Jedi solo puede tener un Padawan a la vez. Finalizando el entrenamiento del Padawan, este debe superar unas pruebas antes de ascender al rango de Caballero Jedi.
El siguiente nivel de rango es el de Maestro Jedi, reservado para quienes han mostrado una devoción excepcional y destreza en la Fuerza. Entre los Maestros Jedi, algunos componen el Alto Consejo, el cual es la principal interface entre los Jedi y el gobierno de la República.
Los Jedi visten unas simples vestimentas y llevan especial equipamiento para sus misiones. Su arma característica, el Sable de luz o espada láser, es elegante y mortífera a la vez en las manos de un entrenado dueño.
Los jurados enemigos de los Jedi son los Sith –un orden como culto de dominación a través la entrega al lado oscuro de la fuerza. Fondados por un ex Jedi, los Sith abandonaron los preceptos de conocimiento y defensa, y en lugar de eso buscaron la fuerza a través de las energías odiosas de la fuerza. Siglos atrás, los Jedi destruyeron a la orden Sith. Una peligrosa complacencia se asentó, donde los Jedi creían que los Sith estaban extinguidos. Poco se sabía que la orden podría alzarse de nuevo, a destruir sus filas.
Primero, las señales eran pocas. La repentina aparición de un atacante Sith mientras se des arrollaba la Batalla de Naboo fue la señal para el Consejo, pero la amenaza se había iniciado. Aun, de acuerdo a la tradición Sith, los oscuros villanos siempre viajaban en pares –un maestro y un aprendiz--. Por una década, no hubo señales físicas del señor Sith que quedaba, pero la evidencia de su poder comenzó a aparecer.
La habilidad de los Jedi de usar la Fuerza inexplicablemente comenzó a disminuir. Esto, unido a la incremental violencia en la galaxia producida por el movimiento separatista abrumó a los valientes protectores. Sus filas fueron diezmadas intentando mantener la paz, y muchos cayeron durante la crisis. Cuando llego la guerra, y el primer tiro de las Guerras Clone fue lanzado en Geonosis, sólo unos escasos 200 Jedi estaban disponibles para el conflicto. Muchos de esa fuerza murieron en Batalla, pero reforzados en recientemente creado Ejercito de la República, aseguraron la victoria contra los Separatistas.
Cuando el Imperio llego al poder, la orden Jedi fue exterminada por el Emperador Palpatine, y si aprendiz de Señor Sith Darth Vader. Mientras eran tiempos de la Guerra Civil Galáctica, los Jedi estaban extintos. Unos pocos sobrevivientes, Obi-Wan Kenobi y el Maestro Jedi Yoda, fueron capaces de entrenar al primer Jedi de la nueva generación. Como señal de los desesperados tiempos, Luke Skywalker fue entrenado en las formas Jedi olvidando los tradicionales requerimientos de edad –Ya era un adulto cuando tomó por primera vez su sable de luz--. Aún así, su talento natural en la Fuerza –heredado de su padre—fue suficiente para que la cuestión de la edad no importara.
Luke Skywalker asesto numerosas de la mayores victorias contra el Impero y fue capaz de reclamar a Darth Vader de la mano del Lado Oscuro. Vader, otra vez Anakin Skywalker, derrotó al Emperador Palpatine, trayendo el fin al reinado de terror de los Sith que habían impuesto en la Galaxia.
Los orígenes de la orden Jedi están por siempre perdidos en el tiempo, pero mucha de su historia reciente ha sido recordada en especiales módulos de información conocidos como Holocrones Jedi. Estos repositorios de conocimiento solo pueden ser activados por quienes muestran talentos en la Fuerza, y explorarlos en sus profundos confines requiere la habilidad de un Jedi entrenado.
De los pocos Holocrones que quedan algunos estudiosos teorizan que la orden Jedi comenzó en el ancestral mundo de Ossus. A través de los milenios, el código Jedi ha evolucionado y cambiado. Por instantes, mientras ahora dicta que un Maestro Jedi solo puede tener un Padawan a un tiempo, en el pasado ancestral, no lo era. Reverenciados maestros, como Arca Jeth de Arkania, tenía varios estudiantes, incluidos los hermanos Ulic y Cay Quel-Droma y el Twi’lek Tott Doneeta. Fue en los eventos como la gran Guerra Sith donde muchos aprendices fueron engañados por el lado oscuro y las promesas Sith de poder y se levantaron contra sus maestros.
Mientras el código contiene capas de interpretación e información, en su más profundo espíritu dice lo siguiente: “No hay emoción, hay paz. No hay ignorancia, esta el conocimiento. No hay pasión, esta la serenidad. No hay muerte, está la Fuerza.
En la era final de la República, los Caballeros Jedi operaban bajo el Departamento de Justicia, bajo la oficina del Canciller Supremo. En la Crisis separatistas, los Jedis no sólo tenían que soportar los focos de violencia que se dibujaban a través de la galaxia, sino también el creciente disgusto público por sus aparentes cortas apariciones. Mientras los Jedi sin duda salvaban muchas vidas a través de sus misiones, muchos ciudadanos desencantados solo veían sus fracasos.